Elaborado por
Eladio Contreras Reyes
Director Ejecutivo
Director Ejecutivo
La República Dominicana tiene una superficie total de algo más de 76 millones de tareas, de las cuales cerca de 43 millones de tareas son de vocación agrícola.
Estas a su vez se
dividen en unos 21 millones de tareas cultivables; 19 millones de pasto y las
restantes casi 3 millones de tareas (2.6 millones), dedicadas a bosques y
montes.
Cuando se compara la extensión
territorial de nuestro país, con países productores de banano, para solo citar un
ejemplo, llegamos a resultados interesantes.
La República Dominicana
tiene unas 426,666 tareas dedicadas a ese cultivo, según el Ministerio de
Agricultura, para el año 2016. Esto equivale a unas 26,667 hectáreas.
Atendiendo los datos de
Trade Map, los 5 principales productores-exportadores mundiales de banano, en
el año 2016, fueron: Ecuador, Costa Rica, Colombia, Guatemala y Filipinas.
Según la FAO, al año
2014, Ecuador le dedicaba algo más de 182 mil hectáreas a la producción de
banano. Costa Rica tenía cerca de 43 mil hectáreas en ese cultivo.
Colombia, el tercer
exportador mundial de banano, tenía unas 74 mil hectáreas dedicadas a banano.
El cuarto exportador
mundial de banano, Guatemala, tenía cerca de 72 mil hectáreas con ese cultivo.
El quinto exportador
mundial, Filipinas, sin embargo, es el que le dedica más terreno a la
producción de banano, de estos cinco países. Este país le dedica cerca de 443 mil
hectáreas a la producción de banano.
Hay que hacer la
salvedad de que en este breve escrito solamente queremos exponer la importancia
de los países productores-exportadores de banano. Es decir, hay países, que
tienen una gran producción y a la vez un gran consumo interno o doméstico, por
lo que su importancia en el comercio mundial no se pone de manifiesto.
Para mejor edificación
de cómo anda la producción mundial, los cinco principales productores son:
India, China, Filipinas, Brasil y Ecuador. Estos países, excepto Ecuador,
tienen un gran consumo interno de banano.
Tal es el caso de la
India, que para el año 2014 tuvo una producción de casi 30 millones de
toneladas de banano, para el año 2016 ocupó el lugar 20 entre los países
exportadores mundiales de banano.
Volviendo a los 5
principales exportadores de banano del mundo y los terrenos disponibles para el
cultivo, se puede evidenciar cuantas veces superan a la República Dominicana en
superficie sembrada de banano:
País Cuantas Veces
Ecuador 6.8 veces
Costa Rica 1.6 veces
Colombia 2.8 veces
Guatemala 2.7 veces
Filipinas 16.6 veces
La República Dominicana, se ha especializado en los últimos años, al cultivo y comercialización de banano orgánico y de comercio justo. Hasta ahora se estima que el país es el mayor exportador de banano orgánico del mundo.
Ambas líneas requieren
que entidades certificadoras internacionales de alta credibilidad profesional,
avalen que en los procesos de producción y/o comercialización, se cumplen con
los parámetros exigidos.
Hay que aclarar que
para el banano orgánico el costo de producción suele ser mayor que para el
banano convencional. La producción orgánica se sustenta mucho en
el incremento y mejora de las labores culturales, es decir, uso intensivo de la
mano de obra.
Evidentemente que
aparte del costo de producción superior, ante la ausencia de fertilizantes
convencionales que son muy eficientes, y muy contaminantes también hay que
decir, los niveles de rendimiento en la producción orgánica son menores que en
la producción convencional. Diversos estudios han determinado que en sentido
general, la productividad en esquemas convencionales supera en cerca de un
25% los esquemas orgánicos.
Entonces, si la
producción orgánica es más costosa y con menores rendimientos, se pudiera
pensar que no ayudaría mucho para la seguridad alimentaria y como actividad
económica también tendría problemas de rentabilidad.
Hasta cierto
punto es una conclusión a la habría que llegar. Pero también
hay que decir que en aras de la sostenibilidad ambiental y la preservación de
los recursos naturales, la humanidad pudiera asumir transitoriamente modelos de
producción menos eficientes, como es el caso de los orgánicos, en lo que se
desarrollan y masifican tecnología verdes que pudieran superar y/o equiparar la
“eficiencia productiva convencional”.
Es decir,
debería ser una opción conciente, sustentada por razones ambientales, en una
primera fase. En una segunda fase también debería ser una buena opción de
negocio.
La otra razón
que justifica la producción orgánica viene por el lado económico. Si bien es
cierto que los costos de producción elevados y la menor productividad de la
producción orgánica se constituye en un elemento que compromete los egresos o
gastos de los productores, tambien se verifica el hecho de que los productos
orgánicos certificados, perciben una prima o un incentivo adicional que no
reciben los productos convencionales.
Esta prima o incentivo en algunos casos representa hasta un 35% adicional al ingreso ordinario.
Ya para
terminar, queremos hacer un llamado a la clase productiva nacional, a las
autoridades agropecuarias, en especial a las de sanidad agropecuaria, a que se
fortalezca el Sistema de Sanidad e Inocuidad Agropecuaria.
Generalmente
los países, en especial las agencias sanitarias, establecen parámetros
razonables donde se consignan cuales son los niveles de residuos de pesticidas
permitidos para el consumo humano o animal.
Hagamos los
mayores esfuerzos para cumplir con esos parámetros. De hacerlo, significaría
aumentar de inmediato nuestra oferta exportable de bienes agropecuarios
frescos, como son carnes, frutas, cereales, tubérculos, raices, entre otros, que en la actualidad, o no se
pueden exportar en su estado fresco, o solamente se puede con cierto nivel de
procesamiento.
Hay que
apostar a la producción orgánica….y tambien mejorar sustancialmente la
inocuidad en la producción convencional…creemos que es más fácil…!!!