martes, 24 de febrero de 2009

LA CUMBRE DE LA UNIDAD ANTE LA CRISIS MUNDIAL

Eladio Contreras Reyes,
Presidente Ejecutivo

Desde finales del año 2008, los estrategas del Gobierno Dominicano, y específicamente del Presidente Fernández, advertían sobre el alto nivel de deterioro y descrédito que estaba afectando a la gran mayoría de los funcionarios públicos, sin excepción. El equipo de colaboradores era percibido por la población como ineptos e inescrupulosos. Desde el principio de la Administración en el 2004, se suscitaron escándalos sobre hechos de corrupción, donde el Ministerio Público, no puso en marcha la acción de la Justicia. Tambien hay que recordar el fallo desafortunado de la Suprema Corte de Justicia sobre el caso Sun Land. Los indultos de los implicados en el Caso Baninter y el Plan Renove. Las implicaciones de miembros de organismos de seguridad en casos de narcotráfico, y sobre todo, la grave crisis económica que se estaba sintiendo de forma severa en el país. Según las declaraciones de comerciantes de las principales arterias comerciales, las peores navidades dominicanas fueron las del año 2008. Solamente hay que indicar que las recaudaciones de la DGII en diciembre del 2008 fueron menores que las de diciembre del 2007.

En fin, el panorama se le estaba descomponiendo al Gobierno de forma sumamente acelerada, más rápido de lo previsto. Pero en julio del 2008, el Presidente Fernández decía en una alocución pública que la crisis económica en Estados Unidos y en Europa iba a beneficiar a la República Dominicana. El Presidente Fernández decía en alusión a los textiles, que por la crisis económica los americanos iban a sustituir el consumo de pantalones de fina terminación, por los pantalones que se confeccionan en el País. Quien puso al Presidente a decir esas tonterías debiera explicar por qué las empresas textileras de zonas francas están cerrando sus operaciones en el País. Pero tambien el Presidente entendía que la crisis económica en Estados Unidos y en Europa beneficiaría al sector turístico dominicano. La industria del esparcimiento y de los viajes por placer, son actividades practicadas por personas que tienen resueltas sus necesidades elementales. Nadie en su sano juicio planea una excursión al Caribe, cuando en la empresa en la que trabaja se ha puesto en marcha una agresiva política de reducción de personal. Pues si el Presidente no lo sabía, alguien tiene que dicirle que en las principales economías del mundo, las tasas de desempleo han alcanzado niveles insospechados. Entonces no se deben crear muchas expectativas sobre el desempeño del turismo en el corto y mediano plazo en la República Dominicana y el mundo. Y no se evalúa en esta parte el impacto de una apertura mayor de Cuba.


Entonces, la crisis económica nacional, por causas puramente nacionales, siendo el principal el gasto público de la campaña electoral y que sigue excesivamente alto, necesitaba una justificación preferiblemente externa.

Por eso es que se recurre a la crisis económica financiera internacional como la madre de todos los males de la República Dominicana. Desde la falta de aspirinas en un hospital público; la falta de escuelas y de pupitres; la inseguridad jurídica y ciudadana; la inoperancia de las distintas entidades públicas; el incumplimiento de la Constitución y de las Leyes; etc., absolutamente todo era por obra y gracia de la crisis financiera internacional.

Es por ello que se enarbola una causa externa para tratar de resolver las graves tensiones económicas y sociales que se estaban germinando de forma progresiva en el País. Ahí surgió la idea brillante de la Cumbre por la Unidad Ante la Crisis Económica Mundial. Hasta el nombre era sugerente. El Gobierno evadía su grave responsabilidad ante la crisis nacional, e invitaba a las denominadas fuerzas vivas a ser parte de los proponentes de soluciones. Desde el principio hubo sectores que objetaron la convocatoria del Gobierno, recordando el amplio historial de incumplimientos que ha caracterizado a este Gobierno, que irrespeta la Constitución y hasta las propias leyes que ha promovido como lo fue la Ley de Austeridad en el 2006.

La primera fase de la famosa cumbre ha terminado. Lo que ha parecido un éxito del Gobierno y el Presidente, ya que concitó la presencia de amplios sectores nacionales y hasta del tercer partido del País, el PRSC, pudiera transformarse en un peligroso fracaso, ya que todos los concurrentes, absolutamente todos, hablaron de la falta de credibilidad del Gobierno; pero que iban a la Cumbre como un último recurso para la armonía y la concordia de los dominicanos. Es decir, mucha gente incrédula le tomó la palabra al Gobierno y al Presidente. Y hablaron y pidieron. Los funcionarios oyeron y prometieron. Ahora le toca al Presidente y su Gobierno operativizar lo acordado en la Cumbre, de lo contrario, no habrá monseñores ni ex izquierdistas capaces de juntar a más de uno de los empresarios y dirigentes comunitarios que fueron de forma entusiastas pero sin Fé a esa cumbre. Bueno, sólo se juntarán de forma ocasional en la luz roja de un semáforo..., si hay luz.

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  Elaborado por Eladio Contreras Reyes La Fundación Economía & Democracia, Inc., (FUENEDEM), siempre al servicio de los mejores intere...