Elaborado por el
Ing. Lidio Martínez Cairo
Introducción
Desde la década de los años 60
y 70, quedó ampliamente demostrado que en las zonas bajas del trópico, el
sistema de producción más rentable es el doble propósito. Presentaciones de la
Asociación Latinoamericana de Producción animal (ALPA), así como en numerosos
eventos que organizó la Asociación Dominicana de Producción Animal (ADOMPA), se
reiteraban estas informaciones.
Sin embargo, la “vacunación” que desde entonces
reciben los ganaderos dominicanos en sus viajes anuales a la meca de la ganadería,
Wisconsin, ha contribuido a que estas informaciones no hayan prendido lo
suficiente en la mentalidad de muchos técnicos y ganaderos criollos. El mito de
las razas europeas lecheras Aún persiste de manera significativa en la
ganadería dominicana la creencia de que lo mejor para producir leche es el
ganado mestizo de razas europeas.
Antes estuvo de moda la raza Holstein, ahora
es la Jersey, sobre todo su cruce con Holstein; es decir, “vacas con abrigos”
de diferentes colores y tejidos. Con el cambio climático, evento que ha
aumentado la temperatura global en más de dos grados centígrados, la situación
se agrava más en el trópico bajo, principalmente para estas razas puras
lecheras europeas y para los cruces entre ellas. Las dos principales
importaciones masivas recientes de vacas cruzadas, Holstein por Jersey desde
Puerto Rico han sido un rotundo fracaso. Una en una ganadería de la Costa Norte
del país con manejo regular, y otra en una hacienda de la región Este que tiene
excelente manejo.
¿Y la soñada autosuficiencia
lechera?
Por este camino no llegaremos
a una autosuficiencia lechera competitiva. Perú, Colombia y Costa Rica producen
leche mucho más barata que nosotros; y nos van a inundar con sus exportaciones.
Afortunadamente se han introducido los cebuinos lecheros en el país (Gyr
lechero, Gyrolando, Sahiwal y Guszerat).
Además, para mejorar resistencia en
las razas lecheras puras europeas y sus cruces entre sí, el país dispone de
razas que quitan abrigos y dan resistencia, como Senepol, Brahman, Nellore,
Simbra, Beefmaster, y el tristemente olvidado ganado Criollo, disponible en el
CIMPA, el cual tuvo un ferviente defensor, el Ingeniero Emilio Olivo.
¿Qué pasa
en la región Este? “La ganadería está atrasada, y la leche es de baja calidad”.
Técnicos y productores repetimos esto como un slogan. La ganadería de la región
Este no es atrasada, es extensiva y por ser predominantemente de doble
propósito es la más rentable. Vacas de un ordeño de baja producción pero que
paren todos los años.
Que falta en el Este?: aumentar la carga animal a través
del mejoramiento de pastos y su manejo. La calidad de leche es baja por los
horarios de ordeño, baja higiene y uso de peróxido, sustancia cancerígena
prohibida en este país, entre otros factores; sin embargo, las asociaciones de
ganaderos y la federación con apoyo de La DIGEGA, CONALECHE y los procesadores
están trabajando para revertir esta situación. En esta región sí caben la
inseminación, trasplante de embriones con Holstein, Jersey y Pardo Suiza, para
aumentar la producción de leche, pero sin caer, como en las demás regiones del
país, en la peligrosa alta proporción de “seudomestizos”, cruces entre razas
lecheras europeas, que son una especie de autoengaño.
El promedio de estos
“seudomestizos” anda alrededor de los 10 litros, su potencial es de más de 20
litros. Nunca lo lograrán producir de manera rentable, porque estamos en
trópico bajo, con gran parte de las zonas lecheras con alta humedad y forrajes
de baja calidad. Eso es sencillamente una misión imposible. Hay que quitarles
los abrigos, mejorar la oferta forrajera en calidad y cantidad y arreglar el
resto de la carga en el camino, sanidad, crianza de terneros, manejo
reproductivo, etc.
Para los ganaderos del este que quieren mantenerse en doble propósito,
el cruzamiento con la raza Senepol es una excelente opción. Temperatura de
confort en vacas lecheras La temperatura óptima para el Bos taurus (ganado
europeo) es de 10 a 15.5ºC. Se sienten bien por debajo de 10º C y aún a 0ºC no
se afecta la producción de leche. La temperatura critica tope, la que “enciende
la luz roja del tablero” es 25 a 26ºC. Antes de esta, sobre los 16º C, se
activan los mecanismos de termoregulación en el ganado europeo y sobre 27º C en
los cebuinos (Bos indicus).
Estos mecanismos termoreguladores pueden fallar
sobre los 27º C en los europeos y sobre 35º C en los cebuinos y empieza el
estrés. La temperatura corporal normal en ganado bovino es 38.0 a 38.6ºC.
Cuando fallan los “controladores internos de temperatura” la vaca tiene fiebre,
se cansa más, come y rumia menos, toma más agua (si la hay disponible en
abundancia) y puede disminuir la producción de leche hasta en 50% en casos
críticos.
Además se puede afectar la reproducción. Esto sucede a temperaturas
superiores a 27ºC en Holstein y Jersey y sobre 29.5º C en la Pardo Suiza. Por
eso se ha establecido que la temperatura critica para que baje la producción de
leche en Holstein y Jersey es de 21º C a 26.5ºC, para la raza Pardo Suiza es de
29.5º C a 32º C. Para medir la influencia del ambiente en el ganado es más
preciso utilizar el índice temperatura y humedad (THI). El THI crítico es 72;
índices mayores afectan al ganado lechero especializado. En el trópico, la
humedad afecta al ganado debajo de los 1,200 metros sobre el nivel del mar.
Sobre 30º C la humedad relativa comienza a jugar un importante rol en los
procesos evaporativos del animal.
En la República Dominicana no
hay ganadería en zonas altas, cuando se revisan las informaciones de
temperatura y humedad relativa del aire se comprueba que el ganado puro y el de
alto mestizaje europeo, que son los que predominan en la ganadería
especializada en el país, son afectados por estrés calórico el año entero. Para
reducir el estrés calórico la sombra es la estrategia menos costosa, aunque los
sistemas silvopastoriles (árboles y pastos combinados), ofrecen una solución
práctica. Ordeñar temprano en la madrugada y en la tarde, de manera que el
ganado esté en los potreros antes del amanecer y del anochecer, es el mejor
manejo para el trópico.
Las vacas tienden a comer las dos terceras partes del
consumo en las horas más frescas. ¿Cómo acomodarlas? El refrescamiento de las
vacas en las horas más calientes con aspersores que produzcan gotas gruesas,
para que penetren hasta la piel, más el empleo de abanicos, es recomendable
para este tipo de animal. Los aspersores deben funcionar por 1 minuto cada 5
minutos y los abanicos de manera permanente (asegure que las ubres lleguen
secas al ordeño para evitar mastitis).
Con energía solar el costo del
refrescamiento es menor y puede hacerse durante las horas de luz cada día. La
moda de algunos ganaderos de cruzar razas europeas para producir ganado mestizo
es un error; son mestizos en el color pero “pseudomestizos” genéticamente
hablando. En el caso de la ganadería lechera dominicana especializada, que por
años de cruzamiento absorbente es casi genéticamente pura europea, si se le
quiere dar resistencia, los cruces deben hacerse con Gir lechero, Girolando,
Sahiwal, Guzerat, Senepol, Brahman, Beefmaster, Simbra y Nellore; razas de las
cuales tenemos abundancia de material genético de calidad.
Aunque hay pocos
animales, el CIMPA en Santiago tiene un buen hato de ganado Criollo que puede
utilizarse en el mejoramiento de la producción nacional de leche. Las vacas
consumen menos alimento para reducir la producción de calor durante la
digestión y metabolismo de nutrientes. Con el cambio climático, temperaturas
sobre 30ºC son frecuentes durante todo el año en Bani, Azua, Barahona y otras
zonas de clima seco. Zonas que erróneamente se consideran aptas para producción
de leche con ganado de alto mestizaje. Sí se puede, pero hay que refrescar este
tipo de ganado.
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