LA
AGENDA DE REFORMAS EN EL SECTOR AGROPECUARIO DOMINICANO
Elaborado por
Eladio Contreras
Reyes
Director Ejecutivo
MARCO DE REFERENCIA.
Diversas
entidades interesadas en el presente y futuro de la institucionalidad del sector agropecuario publico, han
iniciado una serie de consultas para saber la posición de distintos sectores
sobre las reformas que debería llevarse a cabo en el sector. Los
temas a abordar son los siguientes:
1.
La
agenda de reformas o políticas sectoriales para mejorar la competitividad, la
producción y la calidad de vida de los habitantes de la zona rural.
2.
Determinar las políticas sectoriales
diferenciadas y cuales tipos de apoyo requiere el sector.
3.
Identificar
los desafíos del sector agropecuario para lograr una mejor inserción de los
productos dominicanos a nivel mundial.
4.
Identificar
las limitaciones de comercio actuales de los TLCs.
5.
Evaluar
en cuales renglones o aspectos el apoyo de las agencias internacionales de cooperación sería más relevante para el
desarrollo del sector agropecuario.
6.
Determinar
cuáles son los factores que determinan los bajos salarios en la República Dominicana y en el sector agropecuario en particular.
7.
Analizar
el por qué a pesar de varios años de crecimiento alto, no se observan presiones
para el alza salarial.
8.
Evaluar
las condiciones para replantearse el tema salarial, en particular articulando
una reforma al código laboral.
9.
Evaluar
los mecanismos de asistencia que deben utilizar agencias internacionales de cooperación en la próxima
administración (inversiones de crédito, conocimiento y dialogo.
NUESTRA POSICIÓN EN CADA UNO
DE LOS ASPECTOS
Temas
1 y 2.- La
necesidad de la implementación de un paquete articulado de políticas y acciones
desde el Gobierno, es vital para mejorar los niveles de competitividad y
rentabilidad de los productores agropecuarios y de la población rural del país.
Ese proceso debe implicar una transformación del aparato
institucional público agropecuario, donde un aspecto importante deberá ser el
deslinde de los roles que debe jugar cada una de las agencias públicas del
sector.
Entendemos que el rol de regulador o de rector de las
políticas públicas agropecuarias, deben desvincularse del rol de agencia
prestadora de servicios técnicos, capacitación, seguros y financiamientos que
en la actualidad se promueven desde el Ministerio, como Coordinador del sector
agropecuario oficial.
Esa situación, donde el propio Ministerio es ejecutor de
servicios de sanidad animal, vegetal, seguros, financiamientos, entre otros,
compromete la idoneidad y alcance de la labor de supervisión y fiscalización de
dichos servicios.
Creemos que deben
evaluarse todas las posibilidades donde el sector privado debidamente
acreditado y certificado, sea el que mediante procesos de tercerización en el
marco de la transparencia administrativa, sea el que otorgue algunos de los servicios técnicos y capacitaciones al sector
agropecuario dominicano.
La transformación institucional también conlleva la
realización de una reingeniería organizacional que evite la duplicación de
esfuerzos, servicios y el gasto del presupuesto en una burocracia improductiva
y súper numérica.
La nueva institucionalidad debe contar con recursos
presupuestarios suficientes que permita emprender los programas y proyectos de
manera rápida y eficaz, de forma tal que se pueda impulsar la simplificación
administrativa y la eficiencia de costo en la provisión de asistencia técnica y
gerencial a los productores agropecuarios, sin menoscabo de la labor de
fiscalización.
Los servicios financieros y no financieros al sector agropecuario necesariamente no deben otorgarse como se le da a otras actividades económicas
o para otros destinos.
Los servicios financieros al sector agropecuarios, a
nivel de casi todo el mundo, tienen un componente de costo superior al de otros
sectores o destinos de los préstamos, por el alto riesgo crediticio que se
percibe en la actividad agropecuaria.
La
actividad agropecuaria, además de los riesgos de fenómenos atmosféricos
(sequia, inundaciones, granizos, vientos, entre otros), también presentan
riesgos de variaciones de precios y cantidades ofertadas y demandadas.
El
organismo de supervisión bancaria y la autoridad monetaria, ha creado un
reglamento de evaluación de activos, donde se establecen una serie de
categorías o clasificaciones de créditos, que sitúa al sector agropecuario en
las categorías que más reservas o provisión de créditos necesitan para su
otorgamiento.
Ello obliga a que las
entidades financieras, para poder compensar parte de los recursos provistos
como reservas, les hacen ajustes a las tasas de los préstamos.
Como los organismos
de supervisión bancaria están constituidos para velar por los recursos de los
depositantes y/o accionistas, apelar a que se modifiquen sustancialmente dichas
disposiciones no es lo más aconsejable en los actuales momentos. El recuerdo
del Caso Baninter está muy fresco todavía. Ahora se suma el escándalo del Caso
Banco Peravia.
Pero hay otras
opciones de políticas públicas que se podrían implementar que pueden impactar
positivamente en el desarrollo del sector:
- Constituir un Fondo de Cobertura de Riesgo Crediticio con características similares a las establecidas por la Junta Monetaria en su Resolución No.3 del 26 de enero de 1996, que crea el Sistema de Garantía Compartida (SIGAC) y define un mecanismo de apoyo financiero al Sector Agroempresarial. Ese fondo operaria contra los montos del capital no cobrado por las entidades financieras, una vez desarrollado todo el proceso de cobro. Para velar por la buena evaluación de los créditos, este fondo reembolsara hasta el 60% del capital adeudado.
- Constituir un Fondo para el Desarrollo Agroempresarial con recursos locales, de organismos multilaterales de crédito y de Gobiernos de las naciones industrializadas. Este Fondo se orientaría, fundamentalmente, a financiar la modernización tecnológica del campo dominicano. Este fondo operaria para pagar (copago) una parte de los intereses de los prestamos agropecuarios que el Gobierno haya decidido priorizar.
- Hay que hacer la salvedad de que para poder desarrollar exitosamente un proyecto de desarrollo integral, debe tenerse previamente un Registro Nacional de Productores Agropecuarios, donde entren otras cosas, se determinen la edad, sexo, ubicación geográfica, tamaño de parcelas, cultivos o rubros, educación, propiedad de la tierra, etc.
Es decir, al disponer
de los perfiles de cada productor agropecuario, desde las distintas agencias de
servicios al sector, se podrán formular las acciones de políticas públicas para
su desarrollo y fortalecimiento.
Temas 3 y 4. La
posibilidad de insertar los productos dominicanos a nivel mundial va a depender
en mayor medida de si los mismos cumplen con los requerimientos de los mercados
internacionales.
En
la actualidad, los mercados internacionales están exigiendo básicamente que los
productos cumplan con los siguientes aspectos:
·
Inocuidad
agroalimentaria (que no le haga ningún tipo de daño a los consumidores)
·
Sanidad
animal y vegetal (que no se ponga en riesgo la estructura productiva agrícola y
pecuaria del país demandante)
·
Certificación
orgánica (que los productos se hayan generado en armonía con los recursos
naturales)
·
Comercio
Justo (que en el proceso de producción se hayan respetado los derechos de los
trabajadores y que la comunidad periférica también se haya visto beneficiada
y/o compensada)
Para todo lo anterior, desde el Ministerio de Agricultura y de otras agencias oficiales que tienen que ver con el tema, deben profundizarse los esfuerzos para:
Para todo lo anterior, desde el Ministerio de Agricultura y de otras agencias oficiales que tienen que ver con el tema, deben profundizarse los esfuerzos para:
Ø Fortalecer
el sistema nacional de sanidad animal y vegetal, que garantice la inocuidad
agroalimentaria.
Ø Fortalecer
la unidad
de producción orgánica del Ministerio, para velar que se cumplan los
protocolos vigentes de las certificadoras más importantes y exigentes.
Ø
Coordinar con el Ministerio de Trabajo y
otras agencias públicas, para garantizar que a los trabajadores agropecuarios no
le sean violados sus derechos laborales, y que las comunidades reciban
efectivamente una parte del precio de los productos generados en su
localización geográfica.
La
experiencia que hasta ahora se ha tenido con los acuerdos de libre comercio,
donde el Dr Cafta es el más conocido, no ha sido la mejor.
La
balanza comercial con los países signatarios ha sido deficitaria en casi todos
los años del acuerdo.
AÑO
|
EXPORTACIONES
|
IMPORTACIONES
|
SALDO
|
AÑO 2005
|
$4,375,768,000
|
$3,928,440,000
|
$447,328,000
|
AÑO 2006
|
$4,092,505,000
|
$4,777,071,000
|
-$684,566,000
|
AÑO 2007
|
$3,154,219,000
|
$5,712,031,000
|
-$2,557,812,000
|
AÑO 2008
|
$3,222,147,000
|
$6,146,107,000
|
-$2,923,960,000
|
AÑO 2009
|
$2,747,180,000
|
$5,517,025,000
|
-$2,769,845,000
|
AÑO 2010
|
$2,820,435,000
|
$6,419,254,000
|
-$3,598,819,000
|
AÑO 2011
|
$3,467,017,000
|
$8,078,105,000
|
-$4,611,088,000
|
AÑO 2012
|
$4,206,811,000
|
$7,230,523,000
|
-$3,023,712,000
|
AÑO 2013
|
$4,230,179,000
|
$7,341,190,000
|
-$3,111,011,000
|
AÑO 2014
|
$4,974,047,000
|
$7,849,339,000
|
-$2,875,292,000
|
Elaborado por la FUENEDEM con
datos de Trade Map
|
Hasta
ahora, a pesar de que han ejecutado algunas iniciativas desde el gobierno para
la transformación y adecuación de la estructura productiva agropecuaria, no se
han logrado los avances esperados, que permitan a RD competir exitosamente en
el mercado centroamericano y el de los EEUU.
Parte
de las razones de esa situación son el alto costo financiero en comparación con
los de la región, y el costo de los combustibles, que también es sumamente
alto, relativamente.
Tienen
que formularse medidas de políticas públicas que impacten positivamente sobre
esos costos.
Aunque
se ha estado hablando en los últimos años del Banco de Desarrollo de las
Exportaciones, hay que reconocer que se le está dando un enfoque que no está
tomando en cuenta el problema del financiamiento y de otros costos de los
sectores productivos en la República Dominicana. La cadena de costos de la
generación de bienes y/o servicios comienza desde el momento mismo en que se
inicia el proceso de producción de los mismos, independientemente del mercado
de destino de los mismos.
En
la República Dominicana, hay que desarrollar políticas públicas que impacten hacia
la baja el costo financiero y energético de todo el espectro productivo.
Es
decir, la reducción de costos de producción debe irse verificando desde el
inicio de la cadena de costos.
El sistema
de apoyo mediante pagos parciales de intereses de los préstamos, donde la
cuantía de esos pagos serían mayores o menores dependiendo de la importancia
estratégica que el Gobierno le atribuya a determinados bienes exportables, podría
impactar ampliamente en las exportaciones dominicanas.
Temas 5 y 9. En
toda la historia de las agencias de cooperación internacional en la República Dominicana, sus acciones han sido de vital
importancia en la implementación de diversas iniciativas de desarrollo
sectorial. Entendemos que el apoyo de las agencias debe seguir siendo una combinación
de diversos mecanismos de apoyo, atendiendo los temas más relevantes en el
desarrollo integral del sector.
Deben
combinarse los proyectos de:
Ø Financiamientos
para el desarrollo
Ø Creación,
validación, divulgación y transferencia de conocimientos/tecnología
Ø Fortalecimiento
de los diálogos, concertaciones, pactos y alianzas entre los actores diversos
del sector productivo.
Los
temas o aspectos más relevantes que deberían estar en la agenda a apoyar de las agencias, pudieran ser:
Ø Reforma
Institucional Oficial del Sector Agropecuario
Ø Elaboración
del Plan Estratégico de Obras de Infraestructura de Apoyo al Sector
Agropecuario (de cara a los próximos 30 años)
Ø Plan
Estratégico del Agua (de cara a los próximos 30 años)
Ø Entre
otros temas.
Temas 6,7 y 8. El tema salarial es uno de
los aspectos pendientes en una gran parte de los países de la región. La
República Dominicana no es una excepción.
A
pesar de que en los últimos años ha habido avances en el tema del empleo,
todavía hay una cantidad significativa de dominicanos que están desempleados.
Esa
situación crea una presión adicional para que los salarios no se ajusten en los
niveles suficientes para mantener o aumentar la capacidad adquisitiva de los empleados.
Entendemos
que deben profundizarse las acciones para que desde el Gobierno, se desarrollen
iniciativas donde el proceso de formalización empresarial no sea percibido como
una estrategia que simplemente persiga aumentar las recaudaciones de impuestos.
La
formalización empresarial debe verse como un mecanismo de elaboración de bases
de datos del sector empresarial para el diseño de políticas y acciones
oficiales para aumentar la competitividad y rentabilidad empresarial. Si en el
proceso eso impacta en el aumento de las recaudaciones fiscales, es un efecto
colateral positivo, pero no debe ser percibido como el objetivo a perseguir.
La
informalidad empresarial en cuanto al pago de los impuestos, la seguridad
social y las prestaciones laborales, debe abordarse con inteligencia y tacto.
Hay
que evaluar hasta donde puede flexibilizarse el código de trabajo, sin que se
reduzcan los beneficios de los trabajadores. Pero también tiene que evaluarse
hasta donde, el código de trabajo vigente en la República Dominicana, en
comparación con las normativas laborales de otros países, afecta negativamente
la competitividad empresarial de las empresas dominicanas, provocando la
quiebra y desaparición de las mismas
.
.
Obviamente
que cuando una empresa quiebra o cierra, también los empleos se pierden.
En
esta parte hay que reflexionar lo siguiente: Es mejor tener un porcentaje
mínimo de algo, que tener el 100% de nada.
Entendemos
que estamos en el momento de los diálogos, de los pactos, de las alianzas.
Vamos a profundizar en los análisis. Hay que ver qué es lo que más le conviene
al colectivo, pero sin descuidar a los individuos.
En
este proceso lo más importante es que tanto el Gobierno, los políticos y los
empresarios, tengamos la suficiente responsabilidad y madurez, de poder hacer
lo correcto y adecuado, para el fortalecimiento sostenible del sector
agropecuario dominicano.
1 comentario:
Me parece muy acertada la posición de la Fundación ante el futuro del sector agropecuario...
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