Eladio Contreras
Director Ejecutivo
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Desde
hace mas de veinte años en la República Dominicana se vienen aplicando (
públicos y privados ) programas de fomento a la micro, pequeña y mediana
empresa. Estos programas en su mayoría se han basado en el otorgamiento de
asistencia financiera y técnica a dichas unidades empresariales. Como se ha
dicho históricamente que esas unidades tienen limitaciones en el acceso a los
servicios de asesoría y a recursos en condiciones razonables.
Una
gran parte de esos programas tenían una característica común: Los fondos y la
asistencia técnica se han otorgado a precios subvencionados, es decir, se
cobran tasas por debajo de las tasas del mercado. En el caso de la asistencia técnica,
esta se ha otorgado de manera gratuita en la casi generalidad de las veces.
Si
evaluamos cual ha sido el desempeño de las Mipymes en los últimos años se puede
afirmar que si bien es cierto de que hay mas programas de apoyo crediticio en
el país, si ha habido resultados y situaciones que hay que resaltar:
- Todavía los
recursos no han llegado a una parte importante de ese gran conglomerado socioeconómico
que representan las mipymes,
- Si nos ponemos a evaluar
las entidades que prestaban a tasas subsidiadas hace 20 años, mas de 3
cuartas partes desaparecieron, y lo mas grave, una parte importante de las
mipymes que recibieron esos recursos subsidiados, también desaparecieron.
Es
decir, una parte importante de los recursos que se han focalizado para el
fomento de las mipymes, sencillamente se ha evaporado y no han quedado siquiera
las empresas operando para que por lo menos haya valido la pena.
Las
entidades crediticias han desaparecido porque sencillamente porque en su
proceso de gestión de los fondos de préstamo no se cumplía con un postulado
básico:
Que los ingresos operacionales debían ser de una
magnitud suficiente para mantener los valores reales de los recursos
prestables, que son los que generan los ingresos para cubrir los costos
operativos.
Ante esa situación ¿ Que hacer ?
Como
siempre se ha dicho que las mipymes no tienen el acceso adecuado a los
financiamientos y a los servicios no financieros, y esas unidades de negocio
desempeñan un rol invaluable en la generación de riquezas y empleos, hay que ir
rediseñando la estrategia operativa que hasta ahora se ha venido aplicando.
En
la Fundación Economía & Democracia,
Inc., tenemos la firme convicción de que el actual modelo de apoyo integral
a las mipymes ha sido diseñado y ejecutado con las mejores intenciones y
esperando mejores resultados. Pero entendemos que todavía hay aspectos de esa
gran estrategia que pudiera ser cambiada sustancialmente para que el impacto
sobre las mipymes sea mayor, sostenible y sobretodo no distorsionante.
Le
hacemos un llamado al Gabinete Oficial
de las Mipymes, a las Asociaciones
Empresariales y a los Centros de Investigación,
para que unifiquemos criterios y esfuerzos, para perfilar un modelo eficiente,
con compromiso social, financieramente sostenible y que no cree distorsiones en
el mercado de los servicios financieros y no financiero.
Queremos
aportar nuestro granito de arena.
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